La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser una promesa de futuro para convertirse en una herramienta diaria en hoteles, apartamentos turísticos, agencias y destinos. Invat.tur ha organizado una formación intensiva precisamente para eso: ayudar al sector a bajar la IA a tierra, aplicándola a problemas reales de marketing, gestión y productividad.
A continuación ofrecemos un resumen de lo que se trabajó en la formación y cómo puedes aplicar tú también estas herramientas en tu empresa turística.
Mucho más que “moda”: por qué la IA importa al turismo
Durante las sesiones partimos de una idea clave: la IA no es solo “chatbots que responden cosas”, sino un conjunto de tecnologías que permiten:
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Automatizar tareas repetitivas (emails, textos, informes, publicaciones…).
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Generar contenidos profesionales (imágenes, vídeo, audio, presentaciones, webs).
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Tomar mejores decisiones a partir de datos (demanda, precios, reputación online).
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Mejorar la experiencia del cliente antes, durante y después del viaje.
Y todo ello sin necesidad de ser programador, siempre que se entienda:
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Qué problema de negocio queremos resolver.
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Qué datos tenemos (o podemos generar).
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Qué herramientas utilizar en cada caso.
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Y qué límites éticos y legales debemos respetar (especialmente con la normativa europea de IA y protección de datos).
Empezar por el principio: problemas de negocio, no herramientas
Antes de abrir ninguna aplicación, trabajamos en algo fundamental:
definir bien el problema.
Se utilizaron ejemplos reales del sector turístico:
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Un hotel boutique que quiere mejorar su promoción de bienestar antes de inaugurar nuevas zonas de spa.
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Un municipio turístico que necesita mostrar cómo quedará su casco histórico tras una reforma urbana.
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Un turoperador internacional que negocia alojamientos para paquetes hacia España.
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Una agencia de viajes que diseña campañas románticas a destinos europeos.
En todos los casos se siguió la misma lógica:
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¿Cuál es el objetivo?
– Aumentar reservas directas, mejorar reputación online, fidelizar, captar nuevos mercados… -
¿Quién es el cliente concreto (buyer persona)?
– Edad, rol profesional, responsabilidades, miedos, objetivos, nivel digital, herramientas que utiliza… -
¿Qué información ya tenemos y qué nos falta?
– Docs internos, Excel, webs, reseñas, informes de destino… -
¿Dónde puede ayudar la IA?
– Redacción de textos, diseño de campañas, automatización de tareas, generación de materiales comerciales, atención al cliente, etc.
A partir de ahí, se empezaron a construir prompts estructurados para obtener respuestas útiles y no genéricas.
Dominar el “prompting”: hablarle bien a la IA
Uno de los bloques más potentes de la formación fue el de diseño de prompts.
No se trata de hacer “preguntitas sueltas”, sino de dar instrucciones completas y contextualizadas.
Se trabajó una estructura muy práctica que puedes reutilizar:
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Rol:
“Actúa como un consultor de marketing turístico especializado en hoteles boutique de la costa española…” -
Contexto:
Quién eres, qué tipo de negocio tienes, qué vendes, a quién, en qué destino, en qué situación. -
Tarea:
Qué necesitas exactamente: ideas, textos, guiones, análisis, comparativas, planificaciones… -
Datos de entrada:
Textos, fichas de producto, PDFs, tablas de Excel, descripciones de servicios, buyer persona… -
Formato de salida:
Tabla, guion, listado con bullets, esquema de campaña, email, post de LinkedIn, etc. -
Tono y estilo:
Profesional, cercano, institucional, inspirador, orientado a conversión, etc.
Con este tipo de plantillas se consiguió, por ejemplo:
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Generar tablas de deseos, motivaciones, miedos y objeciones para cada buyer persona.
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Identificar niveles de consciencia del cliente (desde el que no sabe que tiene un problema hasta el que ya compara proveedores).
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Obtener preguntas frecuentes, falsas creencias y objeciones típicas para preparar mejor argumentos comerciales.
IA para contenido visual: imágenes, infografías y vídeo
Una vez definidos los objetivos y el público, se pasó a la parte “visible”:
cómo usar IA para crear materiales gráficos y audiovisuales de calidad, sin depender siempre de un estudio externo.
1. Generación y edición de imágenes
Se trabajaron herramientas como:
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Leonardo AI
Para generar imágenes hiperrealistas a partir de descripciones muy detalladas: habitaciones de hotel, escenas de yoga en suites con vistas al mar, campañas románticas con Torre Eiffel, cascos históricos peatonalizados, etc. -
Nanobanana y otros editores basados en IA
Orientados a editar fotos existentes: cambiar fondos, estilos, atmósferas, añadir o quitar elementos…
Ideal para adaptar fotos propias a campañas concretas sin volver a hacer sesiones de fotos.
Ideas prácticas para empresas turísticas:
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Crear creativos de campañas (San Valentín, escapadas wellness, paquetes gourmet, otoño en el destino…).
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Visualizar proyectos urbanos o reformas antes de ejecutarlos (calles peatonales, zonas verdes, terrazas…).
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Generar imágenes coherentes con la marca y el estilo del alojamiento o destino.
2. Infografías y materiales explicativos
Se vieron herramientas como Piktochart y Venngage, muy útiles para:
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Resumir proyectos de destino turístico inteligente (gobernanza, sostenibilidad, accesibilidad, tecnología…).
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Explicar mejoras en un hotel (nuevos servicios, reformas, beneficios para el huésped).
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Crear cronogramas de paquetes turísticos o de campañas.
La IA ayuda a proponer estructura, textos e iconografía, y luego cada empresa puede ajustar diseño y colores corporativos.
3. Vídeo con IA: campañas en minutos
Para vídeo se trabajaron:
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Pika: creación de vídeos cinemáticos a partir de descripciones (hotel boutique frente al mar, escenas de spa, desayunos en terraza, paseos por la playa…).
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Sora (OpenAI): generación de clips de destinos, movimientos de cámara tipo dron, escenas urbanas con tráfico, peatones, pantallas, etc.
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Gemini (Google): vídeos promocionales a partir de un guion generado por IA.
Casos de uso claros:
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Vídeos cortos para redes sociales y campañas de pago.
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Clips explicativos para presentaciones institucionales.
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Piezas inspiracionales sobre destino, hotel o experiencias concretas.
Audio y música: voz profesional y bandas sonoras propias
Otro bloque muy útil fue el de audio con IA:
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ElevenLabs: convierte texto en voz con locuciones naturales en castellano.
Perfecto para:-
Audios de bienvenida al huésped.
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Audioguías sencillas.
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Vídeos con narración sin contratar locutor.
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Generación de música (p.ej. Suno/1.ji):
A partir de una descripción se generan pistas musicales instrumentales o con letra:-
Música relajante para spa o vídeos de bienestar.
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Pistas dinámicas para campañas urbanas o eventos.
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Bandas sonoras libres de derechos para presentaciones y redes.
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Presentaciones y webs: de la idea al soporte en minutos
También se revisaron herramientas para presentaciones y páginas web:
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Generadores de PowerPoint y presentaciones, donde basta con describir:
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Tema.
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Público al que va dirigido.
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Objetivo (vender, informar, formar).
Y la IA propone estructura, títulos, bullets e incluso imágenes de apoyo.
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LandingSite.ai y similares para landing pages:
A partir de una descripción detallada (por ejemplo, “Escapada Wellness & Gourmet de 3 noches en hotel boutique frente al mar…”) la herramienta genera:-
Títulos y secciones.
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Beneficios.
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Bloques de reserva/CTA.
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Imágenes de ejemplo.
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Luego se puede ajustar texto, colores y maquetación. Son ideales para:
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Ofertas puntuales (Puentes, Navidad, verano, escapadas).
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Campañas segmentadas por mercado (británico, francés, nacional…).
N8N: la pieza clave para automatizar tareas y ganar tiempo
Si todo lo anterior potencia el marketing, N8N fue la gran protagonista de la parte de productividad y automatización.
Se trata de una herramienta “no-code” basada en bloques que se conectan entre sí (arrastrar y soltar), con integración con:
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Gmail, Outlook, Google Sheets, Excel.
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Redes sociales (LinkedIn, etc.).
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Modelos de IA (OpenAI, Gemini…).
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Formularios, CRMs y muchas más aplicaciones.
1. Ejemplos concretos vistos en la formación
a) Publicaciones automatizadas en LinkedIn
Un flujo típico:
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Leer ideas de una hoja de Google Sheets.
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Filtrar las que estén marcadas como “pendiente”.
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Pasar cada idea a un modelo de IA para:
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Generar título del post.
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Redactar el texto completo.
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Generar una imagen para el post con IA.
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Publicar en LinkedIn o enviar al responsable para revisión.
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Marcar la idea como “publicada” en el Excel.
Resultado: un sistema que puede mantener activa tu presencia en redes casi sin intervención diaria.
b) Generación automática de newsletters
Otro flujo trabajado:
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Usuarios se apuntan a una newsletter mediante Google Forms, indicando temas de interés (tecnología, destinos, sostenibilidad…).
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N8N lee:
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La base de suscriptores.
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Una base de datos de fuentes/noticias (URLs).
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La herramienta “raspa” esas páginas, limpia el texto y lo pasa a un modelo de lenguaje.
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La IA genera una newsletter en HTML para cada temática.
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N8N envía un email personalizado a cada suscriptor, con contenido acorde a sus intereses.
Todo ello sin maquetar a mano cada mes.
c) Vídeos promocionales semi-automáticos
Se mostró también cómo:
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Leer ideas de vídeos desde un Excel.
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Pedir a la IA un guion y un prompt de vídeo.
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Llamar a modelos de vídeo (como los integrados vía Gemini).
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Guardar el vídeo resultante en Google Drive y actualizar el estado en la hoja de cálculo.
De los contenidos a los agentes: cómo pasar de “usar IA” a “tener IA trabajando por ti”
En la última sesión de la formación, el foco dio un salto claro: dejar de ver la IA como “herramientas creativas sueltas” (textos, imágenes, vídeos) para entenderla como infraestructura que puede automatizar procesos completos en turismo:
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Responder a clientes con información fiable.
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Leer y enviar correos por nosotros.
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Crear y gestionar eventos de agenda.
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Construir newsletters y flujos de comunicación automáticos.
Todo esto apoyado en dos ideas clave: RAG y agentes de IA conectados a herramientas reales (Gmail, Calendar, WhatsApp…).
RAG: asistentes que no “se inventan” las cosas de tu negocio
El formador insistió mucho en algo que a todos nos preocupa:
“No quiero un chatbot que se invente respuestas sobre mi hotel o mi destino.”
Ahí entra el concepto de RAG (Retrieval Augmented Generation):
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El usuario hace una pregunta.
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Esa pregunta se transforma en vectores (números que representan el significado del texto).
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El sistema busca en una base de datos vectorial (por ejemplo, en Supabase) construida con tus documentos, guías, fichas, manuales…
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Recupera los fragmentos de texto más parecidos a lo que se ha preguntado.
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Solo entonces el modelo de lenguaje (OpenAI, Gemini, etc.) redacta la respuesta, pero usando esa información como materia prima.
Resultado:
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El asistente no responde “de memoria general”, sino desde tus datos.
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Se reducen muchísimo las alucinaciones.
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Puedes controlar:
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Qué sabe y qué no sabe.
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Qué hacer cuando no hay información (decir “no tengo esos datos” o ir a internet, pero avisando).
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El tono y el comportamiento del agente.
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Ejemplo que se vio en clase
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Se cargó un documento sobre viajes a Japón en una base de datos vectorial.
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Se creó un agente en N8N especializado en:
“asesorar a clientes sobre viajes a Japón”. -
Cuando alguien preguntaba cosas como “¿Qué puedo hacer en una mañana en Tokio?”, el agente:
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Buscaba primero en la base de datos.
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Devolvía propuestas basadas en ese contenido.
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Cuando alguien preguntaba por Benidorm, idealmente el asistente debía decir:
“No tengo información sobre eso en la base de datos”.
En la práctica, se vio algo muy realista:
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Un modelo de razonamiento (tipo GPT-5 “Mini”) seguía intentando inventar, aunque el prompt le pedía limitarse a la base de datos.
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Al cambiar a un modelo menos “creativo” (como GPT-4 Mini) y ajustar las instrucciones, el comportamiento se corrigió: primero reconocía que no tenía datos, y luego, si se le permitía, buscaba en su conocimiento general o internet.
Moraleja muy útil para turismo:
No basta con “poner un chatbot”. Hay que:
Elegir bien el modelo.
Diseñar bien las instrucciones (prompts).
Conectar correctamente la base de datos.
Definir qué hacer cuando no hay información.
Más allá del chat web: asistentes conectados a email, voz o WhatsApp
Una pregunta muy interesante que salió en la sala fue:
“¿Y este asistente dónde vive? ¿En una web? ¿Solo en un chat?”
La respuesta fue clara:
el mismo agente se puede exponer por distintos canales:
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Un chatbot en la página web del destino/hotel.
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Un asistente por voz (por ejemplo, para usarlo desde el móvil).
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Un bot que funcione por WhatsApp, Telegram u otras apps de mensajería.
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Incluso un sistema que responda correos automáticamente.
Al final, N8N actúa como el “orquestador”:
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Recibe la pregunta (desde web, email, WhatsApp…).
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Pasa la consulta al agente (RAG + modelo de lenguaje).
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Devuelve la respuesta por el mismo canal.
Esto abre la puerta a cosas muy potentes, como:
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Un correo genérico de “info@…” atendido por un agente capaz de leer bases de datos internas, PDFs y fichas de producto.
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Un número de WhatsApp donde un agente responde dudas sobre un destino usando solo información oficial y actualizada.
El superpoder oculto: un asistente personal que toca tu Gmail y tu agenda
La parte más “wow” de la última sesión fue la construcción de un asistente personal que no solo responde, sino que hace cosas por ti:
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Envía correos.
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Lee correos y te los resume.
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Consulta tu calendario.
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Crea, actualiza y elimina eventos.
Todo montado dentro de N8N con:
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Un Chat Trigger (el chat es el disparador).
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Un AI Agent configurado con:
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Un rol: “Eres un asistente personal inteligente dedicado a maximizar la productividad del usuario…”
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Herramientas disponibles:
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Enviar correos con Gmail.
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Leer correos.
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Obtener eventos de Google Calendar.
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Crear eventos.
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Actualizar eventos.
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Eliminar eventos.
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(Opcionalmente) consultar Wikipedia.
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Una memoria que recuerda un número limitado de interacciones (por ejemplo, las últimas 10).
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Acciones que se probaron en vivo
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Enviar un correo
Desde el chat en N8N se escribió algo como:
“Envía un correo para informar del resultado positivo de la reunión de hoy a [email]”.El agente:
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Entendió destinatario, asunto y mensaje.
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Usó la herramienta de Gmail.
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Y el correo llegó al buzón con un texto bien redactado.
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Leer los últimos correos y resumirlos
Se probó con órdenes tipo:-
“Lee el último correo que ha llegado a la bandeja de entrada.”
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“Léeme los dos últimos correos.”
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“Hazme un resumen del último correo.”
El agente recuperaba los correos vía Gmail y devolvía:
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Remitente.
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Asunto.
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Resumen del contenido.
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Consultar eventos del calendario
Con frases como:
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“Obtén los eventos agendados desde enero a diciembre de 2025.”
El asistente listaba:
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Fechas.
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Horas.
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Títulos y detalles disponibles.
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Crear eventos en el calendario
Se intentó, por ejemplo:
“Crea un evento para el día 6 de noviembre a las 10:00 sobre la formación en… de media hora.”El sistema:
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Entendió fecha, hora y duración.
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Creó el evento en Google Calendar.
Hubo algún problema con el título del evento, que no siempre se actualizaba como se esperaba, lo cual fue muy ilustrativo:
estos proyectos no salen perfectos a la primera; hay que ajustar prompts, revisar cómo viaja la información entre nodos y depurar pequeños detalles.
-
-
Actualizar y eliminar eventos
También se probaron órdenes como:
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“Elimina el evento de mañana día 6 de noviembre.”
-
“Modifica el evento de mañana y pásalo a las 11:00 con título ‘Reunión de formación’.”
La eliminación funcionó correctamente.
La actualización de hora y título no del todo, lo que llevó a revisar:-
Cómo se identifica el evento (ID).
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Qué datos se le pasan a la herramienta de actualización.
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Qué instrucciones se dan al modelo sobre qué campo cambiar.
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Otra lección muy práctica para el sector:
Construir un asistente así es totalmente posible sin programar,
pero sí exige prueba–error, ajustar instrucciones y entender mínimamente qué está pasando “por debajo”.
Metodología: cómo pasar de “quiero un chatbot” a un proyecto serio de IA
En la parte final, el formador volvió al canvas inicial trabajado el primer día:
Antes de elegir herramienta, se insistió en revisar:
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Necesidad real y proceso afectado
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¿Es atención al cliente?
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¿Es marketing y contenido?
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¿Es gestión interna (correos, agenda, informes, etc.)?
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Quién se ve afectado
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Equipo de recepción.
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Reservas.
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Dirección.
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Clientes finales.
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Proveedores.
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Qué datos tenemos (y cuáles nos faltan)
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Si queremos un asistente RAG y no tenemos una buena base de datos:
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El primer proyecto no es el chatbot.
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El primer proyecto es integrar y ordenar los datos.
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A quién va dirigido y cómo debe comunicarse
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¿Habla a turistas finales?
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¿A empresas B2B?
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¿A personal interno?
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¿En qué tono? ¿Qué puede decir y qué no?
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Cómo medimos el éxito (KPIs)
Ejemplos:-
Asistente de atención al cliente:
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Horas de personal dedicadas antes vs. después.
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% de consultas resueltas sin intervención humana.
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Automatización de informes:
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Tiempo medio para preparar un informe manual vs. tiempo con IA.
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Asistente personal:
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Número de correos/eventos gestionados por el agente al mes.
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Ahorro de tiempo en coordinación de agenda.
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Sin esta parte de medición, es imposible saber si el proyecto de IA aporta realmente valor o solo genera “efecto wow” inicial.
El verdadero valor está en la automatización de procesos
Tras tres días intensos, el mensaje final fue muy claro:
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Las herramientas comerciales de IA para texto, imagen, vídeo y audio son muy útiles y accesibles.
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Pero el auténtico salto en productividad para el sector turístico está en:
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Agentes + RAG + Automatización.
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Conectar IA a tus correos, tus documentos, tu web, tu CRM, tu calendario…
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Y dejar que la máquina se encargue de lo repetitivo, mientras las personas se centran en tareas de valor.
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En otras palabras:
Pasar de “usar IA de vez en cuando”
a “tener sistemas de IA trabajando para tu negocio todos los días”.
Si el sector turístico de la Comunitat Valenciana consigue interiorizar esta forma de pensar —empezando por pequeños casos de uso, midiendo resultados y mejorando iterativamente— la IA dejará de ser una moda para convertirse en una ventaja competitiva real y sostenida en el tiempo.
¿Qué se lleva realmente el sector turístico de esta formación?
Más allá de las herramientas concretas, lo importante que se trabajó es:
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Una manera de pensar proyectos de IA desde los problemas reales del negocio.
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Plantillas reutilizables de prompts profesionales.
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Un catálogo de casos de uso inmediatos:
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Contenidos para webs y redes.
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Campañas visuales y audiovisuales.
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Newsletters y comunicación con el cliente.
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Automatización de tareas de oficina (emails, agendas, informes…).
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La seguridad de que no hace falta ser programador para empezar a aplicar IA hoy mismo.
Si formas parte del ecosistema turístico de la Comunitat Valenciana, desde ApturCV seguiremos trabajando para que la transformación digital del sector no se quede en discursos, sino en herramientas concretas, aplicadas y adaptadas a nuestra realidad.
La inteligencia artificial ya está cambiando cómo viajamos, reservamos y gestionamos alojamientos. La clave está en algo muy sencillo: ponerla a trabajar para tu negocio, no al revés.
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